Vera cumple UNO
Pues sí, aunque me cueste asumirlo, tenía que llegar este día en el que mi pequeña, mi bebé, mi pelona, dejase de ser un bebé para convertirse en un terremoto de ¡un añito!
¿Pero cómo puede volar el tiempo de esta manera? Mira que hay noches que con un bebé se hacen largas, eternas…. Y días que parece que no llegan a su fin… Pero cuando te quieres dar cuenta ya ha pasado ¡UN AÑO! Y aquel bebé ya camina, dice sus primeras palabras, y copia todo lo que haces.
Este primer cumpleaños seguramente será el que ella sea menos consciente, y el que menos recuerde, pero no por eso quería dejar de celebrarlo. ¿Por qué? Pues porque ese día en familia celebrábamos que hacía un año que éramos uno más, que este año a su lado a superado con creces a todos los anteriores y que nos ha hecho a los padres más felices del mundo. Sí, ella aún no se entera y no es consciente, pero nos ha cambiado la vida, nos ha agrandado el corazón, nos ha dado tanto en tan poco tiempo… Y esto es el mejor motivo que tenemos para celebrar, así que, aunque algunos piensen que es tontería celebrar el primer año porque el niño no se entera, para nosotros fue un día muy especial y emotivo, que no queríamos dejar de celebrar. Y como cumplimos años la misma semana, aproveché para celebrar también mi cumpleaños y soplar juntas las velas, ¡cosa que no puede hacerme más ilusión!
Aunque el agotamiento diario no me daba tregua, tenía muchas ganas de preparar algo bonito y cuidado, así que sacando tiempo de debajo de las piedras y quitando alguna de las pocas horas de sueño que tenía, me puse manos a la obra. Empecé a preparar algunas cositas con tiempo, unos meses antes, para así evitar ese estrés de última hora, ¡que es muy típico en mi con los eventos! Y como esta vez no quería que me pillara el toro ni ir con agobios, desde mayo empecé ya a mirar cositas.
Lo primero de todo era elegir la temática, para poder empezar a pensar y buscar ideas. No fue fácil, ya que al ser ella tan pequeña aún no puede escoger o decidir. Pensé en las cosas que le gustan y le caracterizan, en sus juguetes preferidos… pero nada me convenció como temática. Quería que fuese algo sencillo, sin recargar demasiado el escenario, y a la vez alegre y dulce… Después de barajar varias opciones finalmente me decidí por el ¡CONFETTI! de colores pastel: amarillo, rosa, mint y azul.
El confetti siempre es señal de ¡felicidad, diversión, celebración! No sé a vosotros, pero a mi siempre me ha encantado tirar confetti en las fiestas, fin de año… Así que pensé que sería una buena temática, era un elemento festivo que a la vez daría un toque de color, y al elegir colores pastel, sería más dulce e infantil (Sabéis que me encantan los tonos pastel, y que así tengo decorada su habitación).
Una vez elegida la temática, lo primero que hice fue diseñar la invitación, ya que al ser en época de verano quería enviarla a la gente con tiempo para que se reservaran el día. ¡El resultado no pudo gustarme más!
El siguiente paso fue pensar en los elementos decorativos que usaría, y así me puse con tiempo con las manualidades y DIY. Pinté bolas de porexpan de diferentes tamaños con los colores escogidos, y las uní con hilo de nylon para crear la guirnalda que vestiría el fondo de la mesa dulce. También pinté una V de madera, su inicial, para colocar en la mesa y que ahora guardo con cariño en una estantería de su habitación, y diferentes elementos que usaríamos para poner la comida y chucherías en la mesa, siguiendo los tonos que habíamos elegido en colores pastel, así como otros detalles de la papelería.
No podía faltar el cake «topper», para coronar la tarta, y aunque soy mas de números que de letras, me encantaba que el «topper» fuese escrito con letras, así que me puse también con las manualidades y creé con letras de madera y un palo de madera este «topper» taaaan bonito que utilizamos también para su sesión de fotos del primer año con Paula Pellicer.
Como presidencia en la mesa dulce hicimos una tarta de red velvet que decoré con confetti de azúcar, encargamos galletas personalizadas que diseñé acorde con la temática y añadimos chucherías de los mismos colores pastel.
Quise añadir un rincón diferente y original a la mesa, y cree un mini buffet para endulzar y decorar goffres al gusto con diefrentes «toppings» y salsas.
¡ Vaya pinta tenían!
Además de preparar una mesa dulce, quise dedicarle un rincón a ella, que era la protagonista, donde poder recordar su primer año. Hice una composición con fotos de su evolución mes a mes, y una lámina en la que quise plasmar sus cambios, avances y cosas preferidas, y que Nina Designs supo plasmar a la perfección.
Siempre me gusta poner algún detalle para que los invitados se lleven de recuerdo. Elegimos unos tarritos monísimos personalizados que nos hicieron las chicas de This is kool rellenos de dulces en colores pastel.
Los que me conocéis ya sabéis que cuando preparo algo soy bastante exigente, quiero que todo esté perfecto y eso me crea cierto estrés/ansiedad. Pues esta vez me propuse no estresarme, no había un cliente detrás, nadie con quien tener que quedar bien ni compromisos. Quería saborear cada minuto del día, estar con los míos y disfrutar de esta bonita celebración junto a mi pequeña, así que, por una vez en la vida, si los globos de helio se empañaron del calor, se volaba el confetti de la mesa, o se derretían los cupcakes, no me importó lo más mínimo, ¡eso no era esta vez lo más importante! Y así disfruté mucho de este gran día en familia.
Ella como siempre no paró ni un minuto, y la vimos feliz y pasándolo bien, que es lo importante. ¡¡Y el pastel lo disfrutó como nunca!!
Espero que os haya gustado, y que podáis coger ideas para organizar las fiestas de vuestros peques. Como imaginaréis ésta ha sido la celebración que he preparado con más cariño, ilusión y emoción que nunca.
Diseño y decoración: Lett’s Dream
Lámina primer año: Nina Designs
Globos y confetti: Pluie de confettis
Tarritos para los invitados: This is cool
Corona cumpleaños: Ulas babies
Fotografía: Paula Pellicer y Lett’s Dream